Cuando nos adentramos en el mundo de los suplementos dietéticos, no sólo importan los ingredientes activos; los inactivos también merecen tu atención. Los aglutinantes, los agentes de flujo y los rellenos desempeñan papeles cruciales en el proceso de fabricación de los suplementos: desde aumentar la vida útil hasta acelerar el proceso de producción para reducir costes. Por desgracia, no todos los aditivos son iguales cuando se trata de tu salud. Algunos pueden plantear riesgos potenciales para la salud, lo que hace que comprender sus implicaciones sea vital para tomar una decisión informada al comprar un suplemento.
1. Dióxido de titanio
El dióxido de titanio se utiliza a menudo para dar a las pastillas un aspecto limpio y blanco: piensa en el típico analgésico de farmacia. Sin embargo, estudios recientes y decisiones normativas han suscitado preocupación sobre su seguridad. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) revisó el dióxido de titanio en 2021 y concluyó que podía ser inseguro debido a sus posibles efectos genotóxicos, es decir, que podía dañar la información genética de una célula, provocando mutaciones. Esta conclusión llevó a su prohibición en toda la Unión Europea. Cada vez se aconseja más a los consumidores que eviten los suplementos que contengan este compuesto debido a su cuestionable perfil de seguridad y a su posible acumulación en el organismo. (1, 2)
2. Talco
El talco, un mineral compuesto de magnesio, silicio y oxígeno, se utiliza en la industria de los suplementos como agente de relleno y antiaglomerante. Aunque ayuda a evitar que los ingredientes se peguen y facilita una fabricación más fluida, su seguridad ha sido objeto de escrutinio. Algunos estudios sugieren una relación entre el talco y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, aunque los datos no son definitivos. La falta de datos coherentes y fiables llevó a la EFSA a declarar en 2018 que no podía evaluar la seguridad del talco y el silicato de magnesio, aconsejando precaución en su uso. (3)
3. Colores artificiales
Los colorantes artificiales se añaden a los suplementos para hacerlos más atractivos a los consumidores. Sin embargo, estos colorantes no están exentos de polémica. Las investigaciones han indicado que ciertos colorantes artificiales, como el rojo 40, pueden alterar el microbioma intestinal y la producción hormonal. Además, una revisión toxicológica exhaustiva puso de relieve los riesgos potenciales asociados a estos colorantes, incluida la actividad cancerígena y la genotoxicidad. Dadas estas preocupaciones, muchos consumidores y fabricantes preocupados por la salud optan por evitar los colorantes artificiales en los suplementos. (4, 5)
4. Conservantes artificiales
Los conservantes prolongan la vida útil de los suplementos, pero ¿a qué precio? Los estudios han demostrado que algunos conservantes artificiales pueden afectar negativamente a la salud, como alterar la microbiota intestinal y contribuir al aumento de peso. La comunidad científica sigue debatiendo su seguridad, sobre todo en lo que respecta a los efectos a largo plazo sobre la salud. Por ello, es de esperar que cada vez más fabricantes de suplementos opten por excluirlos de sus fórmulas, priorizando la salud del consumidor sobre la estabilidad prolongada en los estantes. (6, 7, 8)
5. Edulcorantes artificiales
Los edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sucralosa y la sacarina se utilizan en los suplementos para realzar el sabor sin añadir las calorías asociadas al azúcar. Sin embargo, se ha cuestionado la seguridad y los beneficios para la salud de los edulcorantes artificiales. Investigaciones recientes indican que estos edulcorantes podrían influir en la absorción de glucosa en el tracto intestinal y afectar a la secreción de insulina e incretinas tanto en humanos como en animales. Además, los edulcorantes artificiales pueden cambiar la composición de la microbiota intestinal, lo que podría conducir a un peor control glucémico. Estos hallazgos contribuyen al debate actual sobre su idoneidad en los productos orientados a la salud. (9, 10)
6. Sabores artificiales
Los aromas artificiales se diseñan para imitar los sabores naturales, mejorando el atractivo sensorial de los suplementos. Sin embargo, el uso de estos aromatizantes sintéticos está cada vez más sometido a escrutinio debido a sus posibles riesgos para la salud. Las investigaciones sugieren que algunos sabores artificiales podrían contribuir a efectos negativos para la salud similares a los de los conservantes artificiales, como trastornos metabólicos y alteraciones de la salud intestinal. Dadas estas preocupaciones, muchos consumidores prefieren ahora suplementos que utilicen sabores naturales, en consonancia con un cambio más amplio hacia ingredientes más limpios y naturales. (11)
7. Estearato de magnesio
El estearato de magnesio es un agente de flujo de uso común en los suplementos que impide que los ingredientes se adhieran al equipo de fabricación. Aunque generalmente se considera seguro en pequeñas cantidades, algunos estudios sugieren que su uso excesivo podría afectar a la biodisponibilidad de nutrientes y medicamentos al formar una barrera entre ellos y las enzimas digestivas del organismo. Sin embargo, el consenso de la comunidad científica es que, en las cantidades que suelen utilizarse en los suplementos, el estearato de magnesio no plantea riesgos significativos para la salud. (12)
8. Dióxido de silicio
También conocido como sílice, el dióxido de silicio es otro agente antiaglomerante que ayuda a evitar la formación de grumos en los suplementos en polvo. Aunque generalmente se reconoce que es seguro, investigaciones recientes ponen de manifiesto posibles problemas cuando el dióxido de silicio se utiliza en forma de nanopartículas.
Investigaciones recientes han demostrado que la exposición a nanopartículas de sílice compromete significativamente la absorción de nutrientes, debilita las barreras intestinales, altera las funciones celulares que pueden conducir a la inflamación y desencadena un aumento de las respuestas inflamatorias en el intestino. (13)
Además, un estudio sugiere que el dióxido de silicio de calidad alimentaria (fg-SiO2) puede alterar la respuesta inmunitaria intestinal, exacerbando las sensibilidades alimentarias al inhibir la tolerancia oral y empeorar la inmunopatología inducida por el gluten en ciertos modelos de ratón. Esto subraya los riesgos potenciales para la salud asociados a la exposición crónica a nanopartículas de dióxido de silicio en aditivos alimentarios. (14)
9. Carragenano
Derivado de las algas rojas, el carragenano se utiliza en los suplementos para espesar o estabilizar las fórmulas. Aunque es natural, su uso en alimentos y suplementos ha sido controvertido. Algunos estudios han relacionado la carragenina con la inflamación gastrointestinal y mayores tasas de lesiones intestinales en animales de laboratorio. Esto ha suscitado debates sobre su seguridad, especialmente en personas con sistemas digestivos sensibles o enfermedades inflamatorias intestinales. (15)
10. Fosfato dicálcico
El fosfato dicálcico se utiliza como aglutinante en comprimidos y cápsulas, ayudando a garantizar la consistencia y estabilidad de la dosis. Generalmente se reconoce que es seguro cuando se utiliza dentro de los límites prescritos. Sin embargo, se ha expresado preocupación por su uso en dosis elevadas, sobre todo en relación con los riesgos potenciales para la función renal y el equilibrio de otros minerales esenciales como el calcio y el fósforo en el organismo. (16, 17)
11. Aceites hidrogenados
Los aceites hidrogenados se utilizan en la producción de suplementos para mejorar la textura y la vida útil, pero incluyen grasas trans vinculadas a numerosos problemas de salud. Las investigaciones demuestran claramente que las grasas trans contribuyen a aumentar los niveles de inflamación y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras afecciones graves (18).
12. Goma laca
La goma laca es una resina segregada por el insecto lac y se utiliza como agente de recubrimiento en los suplementos para mejorar su aspecto y proteger los ingredientes de la humedad. Aunque la goma laca es natural, su uso es problemático para los veganos y quienes prefieren productos de origen vegetal. Además, la preocupación por sus posibles efectos alergénicos y la sostenibilidad de su producción han llevado a algunos fabricantes a buscar opciones alternativas de recubrimiento. (19, 20)
13. Esmalte farmacéutico
El esmalte farmacéutico contiene goma laca y, potencialmente, otros aditivos como el dióxido de titanio. La falta de transparencia en el etiquetado de las composiciones de glaseado farmacéutico puede ser preocupante para los consumidores que buscan suplementos de etiquetado limpio. Con un contenido de goma laca del 20-57%, este ingrediente plantea problemas similares a los de la goma laca sola, lo que lo hace menos deseable para quienes se comprometen con los productos veganos o de etiquetado limpio. (21)
Conocedores del potencial efecto negativo de los aditivos, en NULLURE ofrecemos a nuestros clientes fórmulas limpias, libres del MEAN 13. Nuestros productos están libres de aglutinantes, rellenos, agentes de volumen y flujo perjudiciales que pueden dañar tu microbioma y tus sistemas endocrino e inmunitario. Producimos en pequeños lotes y hemos tomado la decisión consciente de sacrificar a veces la estética de nuestras cápsulas si eso significa eliminar aditivos nocivos. Por eso puedes notar que el contenido de las cápsulas puede cambiar ligeramente de color o textura con el tiempo.